Para cuando tu vida toque fondo...

... acuérdate de sonrreir, y pensar que todo, absolutamente todo lo que te ha hecho daño se va a solucionar...

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Un día Nat decidió huir de Roger y salió corriendo por la calle. Estaba tumbada en la cama, inpreganada aún de amor, de un amor diferente y más violento cuando pensó que quizá no era demasiado tarde para volver a ser feliz a su manera, para volver a tumbarse en su sofá y dejar que los aromas del mismo volieran a drogar sus sentidos.

Nat cogió las llaves de su piso y huyó de Roger, así descalza y con una camiseta de andar por casa. Salió gritando que era libre al fin. Roger no daba crédito.

-¿¡Qué más da cariño!? Ya volveré para saldar cuentas contigo...-

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Empezando a vivir otra vez (L)

~Deiikah~